miércoles, 29 de noviembre de 2017

https://www.youtube.com/watch?v=I5scJU_5YvU

lunes, 19 de mayo de 2014

Aprendí que no se puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia adelante. En realidad, la vida es una calle de sentido único
No se trata de ir por la vida con una sonrisa de oreja a oreja para demostrar que eres feliz, se trata de reír sin darte cuenta, de soñar despierta y no acordarte después, de jugar con fuego, quemarte, y aun así reír, porque es lo único que puedes hacer, esa sonrisa que se convierte en carcajada en menos de un segundo, y que más tarde, llegará a formar parte de esos momentos 
Porque el final de un camino, sólo es el principio de otro y lo único importante es la persona que escoges para que camine a tu lado, aunque sea para esconderse en un desierto. Y esconderse es lo que menos te importa. Lo que te importa es que estás tocando con la yema de los dedos eso con lo que has estado soñando toda tu vida; y ya solo importa el hoy, y lo que queda por venir. Porque no se puede borrar lo que ya está escrito, y porque la vida es aquello que te sucede mientras tú tratas de hacer otra cosa…
Un sol que aparece y da luz a tu soledad, un rayo de esperanza al que aferrarte, unos sentimientos a los que no dejarás marchar, una vida, a la que ya no quieres volver a reiniciar, personas que sabes que no están, que nunca estuvieron, y no estarán… es tan fácil engañarse con que aparecerán, con que todo es distinto un año más, pero el que espera, siempre se sentirá defraudado… y espero, tanto de tanta gente que parece tanto, pero no es ni un poco.
Todos pecamos de ingenuos, yo peco de decir lo que pienso, de ser injusto para aquellos que quieren que les regalen los oídos… pero todo lo que hice tuvo sus justificaciones, que tal vez no fueran las que crees y que jamás sepas por qué fueron… todo es difícil de entender, cuando no se conoce. Pero, cuando el peso de estar despierto a altas horas de la noche, te hace vivir en días eternos, que te desquician por dentro, entenderás cuando me vuelva loco, y ni siquiera te percates de ello.
Saber perfectamente lo que quiero. Saber, hasta el detalle, aquello que quiero, y no puedo, te hace, y te convierte en un ser autodestructivo donde te vas matando por dentro, desde dentro, en suspiros, hasta romperte en el más absoluto silencio. Luchas por dentro, porque tú no eres como esos, valientes/cobardes que dejan de luchar, aunque sean miles de veces las que veas como conseguirlo, no se alejaría de la realidad… tal vez por ello, sea que mi motivo fuera llamar la atención y conseguiría desaparecer, y creo, que todavía me queda mucho por hacer, y me aterra el hecho, de conseguir, irme sin querer hacerlo.
Yo sí entiendo a aquellos, que se van por no soportar el peso… a lo mejor no de la fama, sino de la vida que ellos mismos se han buscado. Pactamos con el diablo, cada uno de nosotros por luchar y conseguir aquello que ansiamos… rompemos en lágrimas de tantas caídas, y de lo cansados que estamos de no llegar nunca a ese momento que tanto soñamos… pero hay unos que se quedan tirados, y no vuelven a levantar… hay unos, que se dejan llevar…
Otros… levantamos, pisamos lágrimas, y tan fuerte que causamos daño… aguantamos, el dolor, y nos defendemos… gritamos de rabia, en noches de luna llena, mordemos, nos enfadamos y no podrán con nosotros. Sentimos todo, pero, nuestro rostro es casi de piedra, ante todo… él, es, quién debe tomar el camino, bajo instinto, debe llevarme a un lugar distinto, luchar por mí para ser lo que siempre quisimos ser, él, es mi yo fuerte, el que permanece, bajo mi piel por siempre y para siempre, para sacarme de las lágrimas cuando ya no hay motivos…
Tócame. Tócame porque no hay nada más confortante que sentir tu piel sobre mi, llenándome de felicidad el cuerpo, completando mi alma. Tócame, pero sin rozarme. Dame caricias con palabras y regálame afectos mudos en cada mirada. Tócame, demuéstrame tu amor en cada acto y déjate seducir por las suplicas que mis ojos cafés le regalan a tus azules. Y tócame, sin que te importe nada, sin ser consiente de lo que la multitud diga. Tócame, con esa violenta pasión desmedida y tus suaves halagos que tapizan las mentiras. Tócame, golpéame con un beso, has que me desmaye con tus abrazos, quítame el aire, róbame el sueño. Es que si estoy a tu lado no me importa cuanto pierda, ni cuanto gane, porque tengo todo lo necesario. Sos vos, mi sueño, mi felicidad, mi esperanza. No hay nada más perfecto que vos, que tus risas pícaras y tus carcajadas. Claro, perfectos... pero no es lo que nos define. Tócame, tócame porque es pecado, totalmente clandestino. Tócame sin miedo a que ella se entere y rompa el hechizo de tu piel sobre la mía. Tócame, porque sé que es lo que quieres y anhelas cada noche cuando estás con ella. Tócame y olvídate de todo. Tócame, simplemente tócame y sácame de este mundo.
Sentir es humano, lo experimentamos pero no se puede palpar y por mas que todos intenten darle una definición siempre será inexplicable. No hay un solo modo de sentir, cada persona siente a su manera. A lo mejor pasamos nuestra vida descifrando cual de todas esas formas es la que nos hace feliz. Sin darnos cuenta cada día probamos tantas sensaciones, buscadas o inesperadas pero siempre aparecen. Justamente sentir te hace vivir. El mundo necesita de personas que se animen a sentir. Para saber quien es quien es esencial conocer el modo de sentir, la dificultad es entender que siente cada uno. 
Uno haría lo imposible por no sentir nada cuando todo duele sin embargo al intentarlo nos perdemos, nos olvidamos de demostrar lo que somos. Dejamos de ser y es imperdonable. Que tan vacio te volvés al no sentir, hay una gran diferencia algunos sienten otros solo se mueven. Podes dejar miles de cosas y seguís siendo vos pero cuando dejas de sentir en realidad morís lentamente. Para no ver, cerramos los ojos. Para no escuchar, nos tapamos los oídos. Y para no sentir? ¿Qué hacemos?